Los teléfonos inteligentes transformaron la forma en que nos comunicamos; como mandamos mensajes, correo electrónico y redes sociales, todo en un solo lugar y al alcance. Sin embargo, lo que debería usarse para acercarse a otros parece alejarnos cada vez más, ya que el abuso de estas herramientas lleva al ser humano a un mundo relacional virtual y alejado del real. Lo mismo está sucediendo con nuestros hijos que se llaman la generación Z, ya que son los principales usuarios de estas herramientas digitales.
Cuando a tecnología nos aisla
La cuestión aquí radica en el uso indebido y abuso de estas herramientas, especialmente entre niños, adolescentes y jóvenes. Muchos pasan horas frente a las pantallas esperando respuestas de sus amigos en las redes sociales. También pasan horas sin mirar a alguien que tienen enfrente porque el teléfono celular los atrapa enviando y recibiendo mensajes permanentemente, simplemente al salir a la calle encontrará esta escena todo el tiempo y no solo entre los niños sino también entre los adolescentes.
El uso indebido de estos dispositivos hace que los niños se desconecten de las relaciones cercanas y cálidas, lo que tarde o temprano les hace sentir mal fuera del centro con ellos mismos y el mundo que los rodea. Y para algunas personas, puede conducir a un estado depresivo.
Llévalo al uso adecuado
El uso adecuado de las nuevas tecnologías es la mejor manera de evitar perder el contacto humano. Por ejemplo, al organizar una videollamada con un amigo o miembro de su familia que viva lejos y puedan verse cara a cara, hablar entre ellos y sentirse más cercanos. El correo electrónico tiene un sector preferencial en estos casos porque cuando los niños los reciben en el teléfono móvil, lo mejor que tienen es que pueden dar una respuesta rápida. Las redes sociales pueden ayudarlos a armar proyectos y programas de salidas con amigos y encontrar personas que no han visto durante mucho tiempo y que pueden darles miles de buenos usos.
Otro tema importante tiene que ver con el tiempo que pasan en las pantallas. En este caso, lo más aconsejable es dedicar no más de un par de horas al día. Esto les ayuda a tener tiempo para sí mismos y para dar a los demás lo que llamo el tiempo real. Para esto, los padres pueden usar la aplicación límite de tiempo de pantalla como FamilyTime y asignar horas específicas para el uso de la pantalla a sus hijos. Una vez asignados, los números de minutos especificados aparecen en su FamilyTime Bank que pueden usar según sus preferencias. Pero espere un minuto, como padre, también puede poner límites al uso de su aplicación. Antes de fijar los límites, hable con su hijo sobre sus beneficios y ayúdelos a conectarse nuevamente con su mundo real con su orientación y ayuda. Simplifique la capacitación de los niños, y disfrute de verlos crecer.!