Los niños y adolescentes de hoy en día parecen nunca cansarse de Internet o de los dispositivos móviles. Si te preocupa ver a tus hijos desplazar la vida con sus dedos digitando a la velocidad de la luz, no estas solo: los chicos pasan más tiempo mirando sus monitores del que pasan durmiendo, o en la escuela, o con la familia y amigos. Y, siendo honestos, nosotros los padres tampoco les damos un buen ejemplo. Es sobre esto precisamente que el documental Screenagers llama nuestra atención.
Adicción al monitor – Cómo altera la mente de nuestros hijos
De acuerdo a la investigación llevada a cabo en el film, un niño promedio pasa más de 6.5 horas al día mirando la pantalla de su teléfono. La película comienza mostrando a una niña de 13 años pidiéndole a sus padres que le compren un smartphone – una situación que la mayoría de los padres enfrenta y en la cual la mayoría piensa que comprarle a sus hijos un teléfono inteligente no es tan malo. Pero lo que la mayoría de nosotros no tenemos en cuenta es cuán temprano es demasiado temprano para comprarle un teléfono inteligente a nuestros hijos. El director e investigador del film, Dr. Delaney Ruston, sostiene que los niños no están listos para auto-controlarse, y que lo peor que los padres pueden hacer es darles un teléfono y esperar lo mejor. No funciona así. El Dr. Delany sugiere que los niños no pueden usar Internet de manera responsable sin la participación activa de los padres.
Otro estudio indica que los adolescentes pasan más de 9 horas por día en sus dispositivos móviles, mientras que el documental afirma que los adolescentes varones pasan más de 11.3 horas semanales jugando videojuegos. El estudio también hace hincapié en el impacto negativo que este constante ir y venir entre el mundo virtual y el mundo real crea en los cerebros de los jóvenes, el cual tiene como resultado una reducción en la capacidad de atención y el aprendizaje. Además, la película también nos llama la atención al hecho de que el tiempo frente a la pantalla produce la liberación de un químico que causa sensación de placer en los cerebros de los jóvenes, lo cual hace que se vuelvan adictos a sus teléfonos y tablets.
¿Son los padres de algún modo menos culpables?
No es una historia con una sola faceta, los padres también son culpables del exceso de tiempo que pasan frente a la pantalla. Un estudio realizado en Gran Bretaña demuestra que mientras 6 de cada 10 padres están preocupados por que sus hijos pasan demasiado tiempo en sus teléfonos, 7 de cada 10 niños dicen que son sus padres quienes permanecen enchufados y desconectados del resto. ¿Estamos dándoles un buen ejemplo a seguir? ¿Podemos pretender que nuestros hijos dejen sus teléfonos móviles de lado y se reconecten con la realidad cuando también nosotros vivimos permanentemente pegados a nuestros teléfonos? ¿Estamos pasando suficiente tiempo en familia? Debemos revisar un poco dentro nuestro antes de pensar en soluciones.
¿Qué pueden hacer los padres?
El film Screenagers probablemente sea el que mejor cuenta historias de individuos luchando para usar la tecnología de forma correcta. El film nos muestra a una abuela que está aprendiendo a poner límites al uso del teléfono a una nieta que ella está criando. Muestra también cómo una chica lucha contra la depresión luego de haber cedido ante la presión de su novio y haberle enviado fotos desnuda. También muestra la historia de un estudiante universitario de primer año el cual es tan adicto a los videojuegos que dejar de ir clases; y también hay un chico el cual reconoce descaradamente que engaña a sus padres haciéndoles creer que solamente utiliza sus dispositivos móviles para hacer sus deberes.
Todas estas historias parecen tan reales y conocidas. Son muy parecidas a nuestras propias historias, y aún así pensamos muy poco en cómo el tiempo constante frente a la pantalla puede afectar nuestro cerebro y nuestro comportamiento. Como muchos otros expertos en paternidad, los investigadores tras este documental (Screenagers) también recomiendan la participación activa de los padres en el control y regulación de la vida digital de sus hijos. Sugieren la utilización de controles parentales como FamilyTime para poner bloqueos de tiempo de pantalla, y para bloquear aplicaciones que les distraigan o que sean inadecuadas para su edad, por que los adolescentes siempre serán adolescentes y ¡ es muy difícil resistir la tentación!