¿Alguna vez has sentido que tu hijo parece estar irritado cuando está sin su teléfono? ¿Usualmente ronda por la casa con sus ojos pegados al teléfono? ¿Se lleva el teléfono incluso a la ducha? Parece que siempre le estuvieras diciendo que deje su teléfono pero siempre recibes un “No puedo mamá, estoy haciendo algo importante”. Si este es un comportamiento diario, entonces, ¡manténte alerta pues tu hijo podría padecer “nomofobia”! ¿Qué significa nomofóbico te preguntas? ¿Nunca has oído este término? Pues es real, y se trata de un problema psicológico!

Entonces, ¿qué es la nomofobia?

El término nomofobia es el diminutivo de no-móvil-fobia. Nomofobia, como el término mismo lo sugiere, es el temor a no tener el smartphone consigo, o no poder utilizarlo por cualquier razón, como ser ausencia de señal, crédito agotado o batería baja.

Los adolescentes y los teléfonos inteligentes: el aumento de la “Nomofobia”

¿Te sorprende saber de la existencia de la nomofobia? Entonces, más te sorprenderá saber que, tal como lo publica ABC.es., se han realizado estudios que demuestran que la nomofobia afecta al 53% de quienes utilizan teléfonos móviles.

Según publica en su página la CNN en español, una encuesta realizada por SecurEnvoy a más de 1000 personas demostró que cuanto más jóvenes los encuestados, más propensos a la nomofobia. Hay personas que incluso llegan a tener verdaderos ataques de pánico cuando no tienen consigo sus teléfonos. Algunos se ponen tan ansiosos si no encuentran sus teléfonos por la mañana que pueden llegar a faltar a la escuela o empleo para seguir buscándolos.

Los síntomas de la nomofobia:

Entonces, si te encuentras que tus hijos adolescentes viven pegados a sus smartphones la mayoría del tiempo, seguramente será bueno que aprendas cuáles son los síntomas de un chico nomofóbico:

1. Tiende a volverse inquieto e irascible si no tiene su teléfono consigo.
2. Duerme poco por quedarse despierto hasta altas horas de la noche o por despertarse varias veces durante la noche para comprobar si tiene alguna notificación o mensaje en el teléfono.
3. No puede concentrarse en otra cosa que no sea su teléfono.
4. Continuamente revisa el teléfono para ver si tiene mensajes, mientras está realizando cualquier otra actividad.
5. Usa su teléfono mientras se ducha o toma un baño.
6. Abandona cualquier tarea por la mitad para responder a un mensaje o notificación

Pídele a tu hijo que tome el siguiente test para descubrir si es levemente nomofóbico, moderadamente nomofóbico o si padece de nomofobia severa.

¡Es hora de una desintoxicación digital!

Según expertos terapeutas, los nomófobos pueden beneficiarse de la terapia de exposición. El primer paso es que la persona empiece a imaginar cómo sería estar sin teléfono. El segundo paso es empezar a pasar breves momentos, más tarde algunas horas sin el teléfono. Aquí tienes algunos consejos para ayudar a  tus hijos a que superen esta fobia:

• Asegúrate que tu hijo balancee el tiempo que pasa en el teléfono. Por cada hora que pasa frente a la pantalla, haz que pase una hora de interacción real.
• Pídele que use una alarma y mantenga el teléfono fuera del dormitorio en la noche, o al menos que lo ponga en silencio.
• Todos los días pídele que apague su teléfono por algunas horas y pídele que pase algo de tiempo con otras personas, cara a cara, o simplemente que pase tiempo consigo mismo.
• Aliéntale a que se someta a un ayuno tecnológico cada mes. Pídele que pase al menos un día sin ningún tipo de dispositivo electrónico. ¡Se sentirá liberado!
• Pídele que deje su teléfono a un lado durante la hora de estudio, durante el tiempo de compartir en familia y cuando sale con sus amigos.
• Si tu hijo sufre de nomofobia severa, pide ayuda profesional. Llévale a un psicólogo y ayúdale a recuperarse.

¡Si tu hijo sufre de nomofobia severa busca ayuda profesional!

Tenga o no nomofobia severa, tienes que reducir las horas que pasan en pantalla. Pídeles a tus hijos que disminuyan el uso del teléfono, y si no te obedecen, utiliza un control parental para bloquearles sus teléfonos por el tiempo que desees. La nomofobia va en aumento, y si bien es importante que tus hijos utilicen la tecnología, también es importante que se involucren en otras actividades. ¡Aliéntales a que pasen algo de tiempo a la vieja usanza!